Casi todos, incluidos los científicos, religiosos y filósofos están involucrados en una noble búsqueda por la verdad. ¿Pero, qué es la verdad y cómo la encontramos?
Los científicos han dado grandes zancadas con sus especulaciones, postulados, hipótesis y análisis de la creación -el universo en que vivimos-. Aunque vemos que las últimas teorías siempre parecen tener algunas imperfecciones y excepciones, donde no trabajan del todo o bien se quedan cortas. Por ejemplo hemos visto la física clásica evolucionar a mecánica relativista y mecánica de onda, la cual se tornó hacia la evolución llamada mecánica cuántica, con cada teoría dando mejores aproximaciones, acercándose más a la explicación de la realidad en que vivimos.
Cada teoría explica mucho, pero al ser incompletas, las pequeñas fallas fuerzan nuevas búsquedas por la verdad y recientes teorías emergen, sin que ninguna produzca una respuesta perfecta y completa. Aunque la mecánica cuántica provee la mejor explicación disponible al nivel microscópico en este tiempo, incluso Einstein tenía serias dudas con su metodología y predicciones de probabilidad, enunciando: “Estoy seguro que Dios no juega con dados”.
Hay dificultades en cada teoría científica. Esto puede ser demostrado al mirar a las leyes más fundamentales. Por ejemplo, la ecuación más fundamental que muestra la atracción gravitacional F=Gmm´/r2 entre dos masas, en conjunto con las leyes de Kepler del movimiento planetario, al ser analizada a la escala del universo tiene un problema bastante grande. Simplemente no hay suficiente masa en el universo para contar con el total de atracción gravitacional calculada y observada en el universo. Por tanto los científicos postulan que existe un elemento elusivo conocido como “Materia Negra”. Esta Materia Negra oculta es necesaria para balancear las ecuaciones de movimiento de planetas y estrellas. Así, los científicos permanecen desconcertados sobre dónde se encuentra ésta materia y qué es realmente. Pueden detectar sus efectos al observar el parpadeo de las estrellas distantes. En otras palabras, ellos saben que la presencia de alguna materia está ahí pero lo que compone esa materia los elude.
Similarmente, una vez se pensó que los protones, electrones y neutrones eran los bloques de construcción de todos los átomos y eran las más pequeñas e indivisibles unidades de lo que todo lo demás fue construido. Aunque recientes experimentos, cálculos y teorías han revelado la existencia de divisiones más finas que llevan a entidades aún más pequeñas –quarks, bosones, leptones, etc.- los cuales a su vez, están hechos de tejidos aún más finos, como el caso de la Teoría de Cuerdas. La física continúa expandiéndose tanto como sus intentos por explicar la realidad continúan cambiantes. Y aún la realidad continúa manteniéndose lejos del alcance de las últimas teorías científicas.
Einstein ha probado en su famosa teoría de la relatividad que nada puede viajar más rápido que la velocidad de la luz, o incluso cerca de ésta. Por supuesto, hoy en día es común encontrar excepciones tipo ciencia- ficción a ésta regla. En realidad, siempre es difícil decir cuando la ficción es un hecho o un hecho es verdadera ficción. Sin embargo, la NASA ha gastado años y billones de dólares en investigar viajes de deformación en el tiempo (Warp Drive) -un concepto que se hizo famoso en la popular serie de Viaje a las Estrellas-.
En viaje a las estrellas, el llamado “Warp Drive” (en español literal: conducción deformable) era usado para encender la nave espacial Enterprise. El concepto es similarmente mencionado en la película Contacto, donde un vehículo espacial viaja a través de agujeros de gusano (Un túnel a través del espacio-tiempo), para llegar a un planeta distante, a muchos años luz de distancia. En una película más reciente, Carrera a la Montaña Embrujada, los agujeros de gusano también son usados como medios de traslado. Por supuesto, esto es total ciencia ficción, o las fantasías de mentes demasiado imaginativas. Ciertamente, esto es fantasía como mucho.
Tal vez estas películas sean ciencia-ficción, pero la mejor ciencia ficción siempre está basada en ciencia real y ciertamente extendida por conceptualizaciones brillantes. Los agujeros de gusano han sido predecidos y comprendidos por físicos de primer orden como constructos viables. No son ficticios, -los físicos trabajan en ellos teóricamente-. Miguel Alcubierre Moya es un teórico-físico mexicano bien conocido por su documento El Viaje Warp: Transportación a Hipervelocidad Mediante Relatividad General, que introdujo la teoría de la “Deformación Temporal” -del inglés time warp - como un concepto realista. Un gran número de científicos encontraron sus teorías viables, aunque improbables como práctica en alguna manera o forma.
Los físicos teóricos del concepto lo consideraron suficientemente viable hasta el punto que la NASA desarrolló investigación sobre deformación temporal como posibilidad que valdría la pena para la exploración espacial y todo un departamento de NASA fue fundado por el gobierno de E.U., dedicándose por sí mismo en la investigación de este tema.
Después de la mejor parte de diez años de investigación dedicada, la NASA tiró la toalla en este proyecto, aunque el líder científico de la Nasa, Marc Millis, fundó su propia institución, la Fundación Tau Zero, para continuar la investigación de forma privada. Marc Millis estuvo a la cabeza del Proyecto Puntero de Física de Propulsión de 1996 a 2002.
Recientemente, Marc Millis y Eric Davis de la Fundación Tau Zero lanzaron el libro Fronteras de la Ciencia de Propulsión, una recopilación de ciencia emergente , relevante para las tecnologías de propulsión interestelar. Publicado por el Instituto Americano de Aeronáutica y Astronáutica (AIAA, de sus siglas en inglés) como parte de sus series de Progreso en Aeronáutica y Astronaútica. La ciencia de hoy simplemente no tiene el avance suficiente para resolver estos problemas físicos encontrados. Aunque la física involucrada en el concepto de viaje de deformación espaciotemporal es real y teóricamente posible.
Todas las teorías científicas no son reveladas por un proceso sistemático del mundo natural, y muchas veces conceptos totalmente bizarros o una extraña intuición han resultado en grandes descubrimientos científicos. La estructura molecular del benceno fue concebida por Friedrich August Kekulé, un químico alemán, en un sueño extraño de una serpiente persiguiendo su cola. Él no alejó sus pensamientos de este sueño, sino que los aplicó a su búsqueda y fue entonces que logró un gran avance.
Ésta línea de razonamiento ilustra que las fronteras de la ciencia aún son bastante pequeñas para resolver los variados retos que enfrenta. Se sofocan con su pequeño mundo de percepción limitada, estando severamente restringidos por esa ciencia, disponible como herramientas para su entendimiento. En general, los científicos se contraen sólo al proceso formal de pensamiento, un proceso que les impide ser abiertos mentalmente, cuando consideran tópicos metafísicos en terrenos de espiritualidad y religiosidad.
Con el fin de mantener la mente abierta, y listos para aceptar los variados descubrimientos de la ciencia, a veces es necesario el considerar prospectos aparentemente imposibles o improbables. La imaginación de un niño es una maravilla porque a un niño se le permite imaginar sin limitaciones -aunque la ciencia rechaza que los adultos lo hagan-. Con el fin de expandir nuestros horizontes y romper barreras en la investigación, es necesario permitir a nuestra imaginación que funcione sin restricciones.
¿Cuando fue que la idea del viaje por el tiempo o incluso el vuelo fue concebida por vez primera? Muchos dirían que comenzó con los hermanos Wright o con Leonardo Da Vinci, quien concibió y diseñó muchos artefactos voladores, aunque él no los haya construido. Sin embargo, si observamos más profundo éste tema, podemos ver que la referencia más temprana la encontramos en los Vedas, los antiguos libros sabios de india. Aquí, los Vimanas, o máquinas voladoras, son mencionadas regularmente.
El arma sónica llamada Brahmastra, mencionada innumerables veces a través de los Vedas, es el equivalente antiguo de los misiles modernos, aunque es mucho más sofisticada. Estas armas eran invocadas con sonido, siendo capaces de ser enfocadas a un blanco, dejando el resto del área intacta. También se menciona la pasupata, un arma de total destrucción, muy a la forma de la bomba nuclear de tiempos recientes. No sólo se mencionaban tales conceptos avanzados en los Vedas, sino que también eran practicados.
De acuerdo con fuentes confiables de principales referencias, muchos de los conceptos críticos en las matemáticas y la ciencia se atribuyen a los antiguos Vedas, siendo frecuentemente encontrados en sus extensivos textos. Conceptos tales como el cero, el infinito, el Teorema de Pitágoras, el sistema decimal, el sistema binario de numeración, e incluso la evolución tienen su origen en el antiguo conocimiento Védico.
En otras palabras, éste antiguo sistema de conocimiento era familiarizado y usado en muchos métodos y constructos matemáticos y científicos que no fueron conceptualizados o descubiertos en el resto del mundo hasta bastantes milenios después. Aún más relevante es que en muchos de esos conceptos importantes, el descubrimiento se les atribuye a las Vedas como su origen. Esto ilustra el hecho frecuentemente ignorado de que las literaturas Védicas representan un sistema de conocimiento altamente evolucionado y avanzado.
Incluso el lenguaje de los Vedas, el Sánscrito, contiene una alta evolución. Un científico de la NASA, Rick Briggs, ha escrito que el lenguaje de los Vedas, el Sánscrito, es el lenguaje más perfecto para la expresión científica debido a su forma concisa, y no-ambigüedad. Su elocuencia es bien conocida, y aún así, el Sánscrito no es bien apreciado en tiempos modernos. Examinemos ahora metodologías para la obtención de conocimiento, tanto en tiempos modernos como en antiguos.
Cuando Heisenberg y Bohr argumentaron sobre disturbios inevitables en cualquier medida concebida, era obvio para ellos que esta incertidumbre era un producto del sistema, no de los dispositivos. Esencialmente, este “Principio de Incertidumbre” sugiere que en realidad no podemos medir objetos en el nivel microscópico con absoluta certeza.
Además, El Teorema Incompleto de Kurt Godel prueba que hay limitaciones en todo excepto en los sistemas más básicos de matemáticas. Estos teoremas son altamente considerados, mientras que demuestran que el programa de Hilbert para encontrar un completo y consistente conjunto de axiomas para todas las matemáticas es imposible. Estos hallazgos sobre elementos incompletos realizados por Godel, sacudieron la fundación de las matemáticas del siglo XX, justo como la Teoría de la Relatividad y la Mecánica Cuántica hicieron al redireccionar el campo de investigación de la física moderna.
Gregory Chaitlin del Centro de investigación IBM T. J. Watson tomó los resultados sobre elementos incompletos de Godel y los llevó al siguiente paso, mostrando con información teórico-algorítmica, que las matemáticas tienen mucha más dispersión y serias limitaciones que hasta ese momento se sospechaba. El trabajo de Chaitin se enfoca en los problemas de la “verdad” matemática como una ficción conveniente. Los resultados de Chaitin muestran que no sólo no hay una estructura en la fundación de las matemáticas, la fundación es por sí misma aleatoria.
Otros científicos, y recientemente Stephen Hawking, argumentan de manera similar sobre el teorema de Godel, señalando que incluso la fórmula más sofisticada en física, el deseo de expresar una Teoría Unificada de Fuerzas, será incompleta. Por tanto, nunca puede haber una teoría definitiva que se formule en un número finito de principios, tenido con certeza como “final”. En esencia esto es una conclusión alarmante, -la ciencia nunca nos puede dar una respuesta concluyente-. Es alarmante porque esta conclusión se alcanzó usando las mismas matemáticas y reglas de la ciencia. La ciencia nos esta hablando de sus propias limitaciones, de que es imperfecta e incompleta. El mundo natural y la realidad son infinitas y la ciencia es finita. No existe cantidad de conceptualización finita que pueda describir el infinito. Las literaturas Védicas de India también describen las limitaciones de la humanidad en otra forma:
Si nos preguntamos: “¿Qué es conocimiento verdadero?” hay cuatro métodos primarios de obtención de conocimiento de acuerdo a las literaturas Védicas – métodos que también son aceptables como procedimientos basados en sentido común. El método generalmente más aceptado para recibir conocimiento es por percepción directa, pratyaksa. Aunque frecuentemente usado en búsquedas científicas, éste método está sujeto a los cuatro defectos de los cuales adolece la humanidad: bhrama, pramada, karanapatava and vipralipsa. Esto es que , todos los humanos están sujetos a la ilusión, tienen sentidos imperfectos, cometen errores y tienen la tendencia a engañar.
La segunda metodología para obtener conocimiento es por inducción o análisis, anumana - inferencia, hipótesis y deducción-. Ésta metodología está también sujeta a los cuatro defectos inherentes en cualquier investigador científico, por tanto también es imperfecta, entonces, incapaz de producir resultados perfectos.
Un tercer método para obtener conocimiento, es recibirlo de otra fuente de aparente autoridad. A menos que esta fuente esté libre de estos mismos cuatro defectos, este método también falla. Esto nos trae hacia nuestro final o lo que nosotros consideramos el método más sustancial para la obtención de conocimiento verdadero y eso es desde la escritura, sabda -aquello de conocimiento descendente- Para el no-creyente éste método puede ser también inaceptable, así que requerimos de tu indulgencia por unos momentos. Aquí estamos poniendo a los Vedas como esa fuente de conocimiento perfecto.
De acuerdo a los Vedas per sé, sólo el conocimiento descendente es perfecto.
tadevam sarvatah srestha sabdasya sthite
tattva-nirnayakastu sroti-laksana eva na tvarsalaksanopi
Diferentes académicos siempre mantienen diversas opiniones acerca de la realidad, pero los Sastras Védicos son aceptados como eternos y trascendentales por sus seguidores, y más aún, están libres de los cuatro defectos materiales, habiendo surgido directamente de el mismo Señor Supremo. Por lo tanto, son la mejor evidencia para saber la Verdad Absoluta. (Vedanta Syamantaka 1.51 of Baladeva Vidyabhusana)
Las literaturas Védicas se auto-definen como apauruseya, queriendo decir, que no son tocadas por la humanidad. Su origen se considera divino siendo entonces, ponderados como perfectos, esto es, que no contienen errores. Los Vedas continúan trayéndonos verdad, sin que hayan cambiado en muchos miles de años, manteniéndose como verdad, aunque algunas malas traducciones e interpolaciones hayan sido introducidas como intento de distorsionar el mensaje original. Muchos pueden dudar de tales afirmaciones atrevidas, así que citemos algunos ejemplos, con el fin de probarlo.
La mayoría de las religiones tienen sus escrituras sagradas consideradas como infalibles por sus creyentes, consideradas por ellos como una revelación divina de la verdad. Al dar una mirada cercana a cualquiera de esas escrituras podemos ver muchos eventos, historias, criaturas, etc., que son en verdad increíbles. Aún así, los creyentes las aceptan como valores fundamentales, tanto divinos, como también hechos reales. Los seguidores de las religiones Abramínicas no rechazan su fe debido a la imposibilidad de Moisés de partir el mar en dos, la esposa de Lot convirtiéndose en un pilar de sal, Jesús caminando sobre agua o Mahoma descendiendo del cielo en un caballo alado, etc.
Y aún así, una técnica favorita de conversión en India por órdenes religiosas extranjeras es el señalar algunos aspectos aparentemente irreales del sistema Hindú de creencias, mientras que ignoran bastantes historias igualmente increíbles de sus propias escrituras.
Primero, la divinidad es por definición propia espiritual, no es medible por los métodos científicos empíricos normales, así que otro tipo de prueba es el único camino para validar su veracidad. Muchos de nosotros aceptamos la fe nacida de conocimiento realizado y experiencia previa. Similarmente, podemos aceptar el conocimiento Védico como hecho basado en experiencia y fe nacida en realización en conjunto con el estudio de las literaturas Védicas.
Mi propia experiencia personal es que encontré más verdad y respuestas satisfactorias en el estudio de los sistemas Sankhya y Vaisesika de filosofía Hindú, que de mis estudios de nivel superior en física nuclear y otras ciencias de áreas mayores. Ciencia pura, tal como se acepta por la comunidad académica, generalmente rechaza y permanece sospechosa ante aspectos de la realidad como el desarrollo de la consciencia, el alma y otras consideraciones espirituales. Desafortunadamente no podemos esperar tener una imagen más completa o perfecta sin considerar todas las realidades posibles. Es aquí donde yace un defecto inherente en la ciencia del mundo de hoy -ésta misma ciencia que se estima como comprobada y completa por la mayoría en la sociedad-.
Mientras que muchas escrituras religiosas se confrontan con la ciencia, los Vedas no. De hecho, muchos descubrimientos científicos concuerdan de que el crédito viene de una inspiración en los Vedas. Los santos ancestrales de los tiempos Védicos eran de aprendizaje elevado. Su sabiduría y conocimiento estaba mucho más allá que el de los hombres comunes, aunque su principal interés estaba en la búsqueda espiritual. Sus esfuerzos materiales y conocimiento científico eran simplemente considerados como inconsecuentes, al ser comparado con sus necesidades espirituales.
Los Vedas contienen conocimiento tanto en el aparavidya como en el paravidya, es decir, conocimiento de las realidades tanto espiritual como material. Ellos no tratan sólo con el conocimiento denso de este mundo material, sino también con el mundo sutil de la espiritualidad. Cuando la comunidad científica realmente tenga la madurez, verá que el conocimiento Védico, sus videntes y practicantes, son verdaderos amigos y compañeros en la búsqueda por la verdad definitiva, y lo han hecho por varios milenios. Un camino imperfecto no tiene que ser negado, pero sí mejorado. Así los buscadores de la verdad no necesitan rechazar ni la ciencia, ni el conocimiento Védico. Cuando se hacen enemigos, las guerras son peleadas y mucho tiempo y recursos son gastados. Cuando tales enemigos abandonan sus aparentes diferencias y van juntos por una causa superior, entonces los grandes logros se hacen posibles. La situación entre la ciencia y tradición espiritual como el conocimiento Védico es similar -cuando un día los dos se unan como amistosas disciplinas aliadas, el mundo estará mucho más cerca a un entendimiento más cercano a la realidad de lo que ha estado antes. -